Un capitán de quince años, de Julio Verne



"En vano entonaron sus cánticos monótonos; en vano hicieron uso de sus más preciosos amuletos; en vano exorcizaron la lluvia lanzando bolitas de estiércol o escupiendo al rostro de los más augustos personajes de la corte; nada de esto logró expulsar los malos espíritus que presiden la formación de las nubes."




"Un capitán de quince años" narra las aventuras de Dick Sand, un joven aprendiz de marinero. Cuando el capitán de su barco y toda la tripulación mueren intentando capturar una ballena, se encuentra siendo el único capaz de gobernar un barco que lleva como pasajeros a una mujer y su hijo pequeño. La única ayuda que tiene son cinco africanos que han recogido de un naufragio pocos días atrás, y que no tienen ni idea de navegación. Cuando por fin, tras muchas peripecias logran llegar a tierra, se encuentran con que no están en América, sino en África. Por desgracia estamos en la época de Livingstone, cuando África era aún un continente casi inexplorado, y los cazadores y tratantes de esclavos campaban a sus anchas.



Esta novela de aventuras era mi favorita cuando era adolescente, y ahora que la he releído para hacer esta reseña me sigue pareciendo muy recomendable.

Es cierto que el principio es un poco lento y la descripción de los personajes demasiado exhaustiva para los estándares actuales. Pero cuando empieza la acción, te atrapa y ya no te suelta.

Durante todo el relato hay dos misterios que no se resuelven hasta el mismísimo final de la novela, y esa intriga es sólo uno de los ingredientes que le dan sabor a este libro. También tenemos momentos de humor gracias al pobre primo Benedicto, la emoción de la persecución de la pesca de la ballena y la muerte de la tripulación, y la descripción de cómo gobernar un barco de vela, porque al leer aprendemos a medida que Dick Sand va enseñando a los náufragos. A mí me resultó muy interesante.

El personaje de Negoro y sus acciones, aparentemente inexplicables, son fascinantes:
"Al llegar a popa, el maestro cocinero colocó bajo la bitácora un objeto bastante pesado que llevaba en la mano. Después de observar un instante la esfera luminosa de la brújula, se retiró sin que nadie le viese. "
No es hasta que el barco por fin llega a tierra que empezamos a entender qué tramaba Negoro. Al principio estamos convencidos, igual que Dick y sus compañeros, de que han llegado a América. Pero Verne, gran conocedor de la botánica y la zoología, nos va dando pistas para sacarnos de nuestro error:
" Un árbol parecía faltar en aquella selva, y sin embargo, hubiera debido ser muy común en aquella parte del Nuevo Continente. Era el árbol del caucho."
Poco a poco nuestras sospechas van en aumento, cuando aparece una mosca tse-tse, ya vemos claro que no estamos en América, y para que no quepan dudas, en ese momento ruge un león. Toda esta parte del libro está muy bien construída, con muchos datos científicos pero a la vez con una narrativa interesante. Además, las descripciones del paisaje son preciosas.



Empieza entonces la parte más dura, a veces incluso escalofriante. Julio Verne escribe un capítulo hablando de la trata de esclavos, su origen y la situación en que se encontraba en ese momento histórico. Este capítulo parece más bien un ensayo que parte de una novela de ficción, pero es fundamental para entender el resto de la historia. Porque Dick y sus compañeros son capturados por unos tratantes de esclavos y encadenados como mercancía. Este capítulo no es para estómagos sensibles, porque describe claramente las atrocidades que sucedían en realidad, pero creo que es necesario que no olvidemos nunca nuestro pasado. Por eso me gusta.

El libro describe también la vida diaria en un poblado africano, a su rey y su forma de gobernar, y lo más importante, sus relaciones con algunos "comerciantes" sin escrúpulos, que tienen casi tanto poder como el mismo monarca. Aquí también hay escenas duras, pero bien documentadas históricamente, y por desgracia verídicas. Igual que el capítulo en el que se habla del Doctor Livingstone y sus exploraciones.



 "Un capitán de quince años" es más que una novela. Tiene la parte de aventura, de viaje, de exotismo, que fascina y entretiene. Pero también es una denuncia, una forma de aprender historia y ciencia y un llamamiento a abrir los ojos y ver el mundo tal como es, sobre todo lo que nos negamos a ver. En este libro no vemos al Julio Verne futurista, no hay ciencia ficción, pero sí que encontramos un muy buen trabajo de documentación y una historia que fluye, con un argumento muy bien hilado, lleno de sorpresas y sobresaltos. La tensión está asegurada.

La parte negativa es que el vocabulario, las citas en latín y las menciones a Dios pueden resultar algo arduos para algunos jóvenes hoy en día. No es un libro que recomiende para iniciarse en la lectura. Pero a los jóvenes que leen a menudo y disfrutan de ello, estoy segura de que les apasionará.

¿Qué os parece esta propuesta? ¿Habéis leído esta novela? ¿Os resulta interesante? Espero vuestros comentarios.

Por hoy me despido. Un beso a todos y gracias por leerme. 

Comentarios

  1. Muchas gracias a ti por este regalo. He difundido por ahí que este fue el primer libro que me regalaron en la infancia. ¡Inolvidable!
    Excelente tu reseña♥ Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tu comentario, me ha hecho mucha ilusión. A mí esta novela nunca se me ha olvidado y me sigue pareciendo excelente. Un beso a tí también.

      Eliminar
  2. Descubrí ese libro siendo casi un niño, de una preciosa edición de editors s.a, y verne a marcado mi vida de lector y también de escritor, estupenda reseña, espero que sigas descubriendo el maravilloso mundo de Julio Verne, porque no tiene desperdicio. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario Miguel Ángel, me alegra saber que te ha gustado mi reseña. Este libro fue el primero que leí de Verne y a mí también me marcó como lectora, y me hizo descubrir otros de sus títulos. Un saludo afectuoso

      Eliminar

Publicar un comentario