El diario violeta de Carlota, por Gemma Lienas




"Un hombre ambicioso es natural; una mujer ambiciosa, una trepa. Un hombre que se hace escuchar es respetable; una mujer que se hace escuchar es una malcriada o una histérica. ¡Viva la injusticia y la discriminación. "




"El diario violeta de Carlota" cuenta las reflexiones de una adolescente sobre el machismo y el feminismo en la sociedad actual, y aporta muchos ejemplos para demostrar que en España aún no hemos conseguido la igualdad.

Un aspecto que me gusta mucho de este libro es que refleja las tres posturas. Entre las mujeres que aparecen en la historia hay algunas que creen que el feminismo está pasado de moda, otras que son feministas radicales, y otras que apuestan por la igualdad sin extremismos. Todas explican su punto de vista para que el lector pueda sacar sus propias conclusiones.

El machismo no lo sufrimos únicamente las mujeres. Por ejemplo, en clase de gimnasia, el entrenador llama a uno de sus alumnos "nena" porque no es capaz de saltar el potro. ¿Por qué se usa la palabra nena como insulto? ¿Por qué un niño tiene que asumir que ser femenino es algo malo?



Hay una discusión entre los padres de Carlota que resume muy bien la situación:
"-Mujer, si fueses empresaria dirías lo mismo que yo: que contratar mujeres es caro porque puede ser que cojan la baja para parir. Pero claro, son tan monas...A un cliente siempre le gusta más ser atendido por una chica guapa.
-No me dirás que las contrataste porque estaban bien físicamente, ¿no?
-Mujer, tampoco quería decir eso, pero entre contratar a una mujer guapa y una fea, lo tengo claro.
-¿A los hombres también los escoges en función de su aspecto físico?
-Los hombres-bufa el padre-¿A quién le interesa el aspecto de los hombres?"
Mi escena favorita es la siguiente: La protagonista le regala a su primo, un niño de tres años, una muñeca de trapo. Al niño le encanta, pero su padre se escandaliza y le prohíbe jugar con ella, porque los niños tienen que jugar con pistolas y coches, no con muñecas.


Parece mentira que en pleno siglo XXI sigan pasando estas cosas. Pero por desgracia, suceden. Estamos tan llenos de prejuicios que nosotros mismos no nos damos cuenta de cuándo una situación es discriminatoria. Y si tienes dudas, aplica la regla de la inversión. Imagínate al hombre en el lugar de la mujer y viceversa. Como le dice una peluquera a la madre de Carlota:
"Un hombre con canas es interesante, pero una mujer con canas parece vieja y dejada"
Esta situación es mala para todos, no sólo para las mujeres, los hombres también sufren discriminación. Hay situaciones que no son buenas para nadie, pero las mantenemos porque nos han educado para aceptar que es lo normal. Por eso es necesario ponerse las gafas lilas y aprender a mirar al mundo bajo otro prisma. Por ejemplo, la anorexia, que empezó como una moda porque "las mujeres tienen que estar guapas", cada vez afecta a más hombres.


En mi opinión, es la abuela de la protagonista la que resume perfectamente la moraleja de la historia:
"No creo que la solución pase porque las mujeres nos comportemos como los hombres. Más bien sería que incorporásemos las características tradicionalmente consideradas masculinas-como la capacidad de tomar decisiones-y ellos incorporasen las tradicionalmente consideradas femeninas-por ejemplo, la ternura. "
Yo personalmente pienso que todos podemos aprender cosas del sexo contrario, no creo que haya que considerar a uno mejor que al otro, ni superior. Tenemos que conseguir la igualdad sin extremismos. Por eso me ha gustado tanto esta novela, porque te hace reflexionar sobre lo absurdas que son algunas posturas radicales.

¿Conocéis este libro? ¿Lo habéis leído? ¿Os parece interesante? Me encantaría conocer vuestra opinión.

Por hoy me despido con un abrazo para todos. Hasta la próxima semana.

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