Reseña: Al señor Zorro le gustan los libros, de Franziska Biermann






"Al pequeño señor zorro le gustaban mucho los libros. Pero le gustaban de una forma muy peculiar, pues cuando terminaba de leer alguno, se lo comía con un poquito de sal y pimienta. Así, no sólo saciaba sus ganas de aprender, sino también su hambre, que era voraz."







Sinopsis: Este libro narra la historia de un zorro que come libros. Pero los libros son muy caros, así que el zorro se arruina.  Desesperado, comete un atraco en una librería, por lo que acaba en la cárcel. Y allí se le ocurre por fin la solución: escribir él los libros.

Esta historia es muy divertida, y el personaje es carismático. Es difícil no empatizar con este zorro.

Por ejemplo, la escena en la que se le acaba el dinero:
"Desde entonces no le quedó otro remedio que alimentarse a base de publicidad de muebles, correo comercial y periódicos gratuitos. Desesperado, asaltaba los contenedores para reciclar papel que se encontraban detrás de su casa. Por ello, el pobre pequeño señor Zorro perdió el sedoso brillo de su pelaje y hasta sufrió dolores de tripa por esta pésima alimentación."
O cuando acaba de atracar la librería y sale con su botín en una bolsa:
"¡Uf, cómo pesaba! El pequeño señor Zorro pensó que la próxima vez le pediría prestada la carretilla al repartidor de bebidas. No se le había ocurrido antes, ya que no era un ladrón profesional. " 

Por suerte, aunque en la cárcel el régimen es muy duro, también hay un carcelero muy amable, el señor López, que le proporciona a nuestro protagonista papel y lápiz. Y es que el zorro siempre había sido un ciudadano decente, y realmente no quiere hacer daño a nadie.

Así que se dedica a escribir sin parar. Me encanta cómo describe la autora el proceso creativo:
"Las ideas le bullían, y parecía que saliesen ellas solas del lápiz. La celda se llenó de folios escritos hasta tal punto, que el pequeño señor Zorro apenas encontró un hueco donde dormir. Pero no le importó, ya que se pasaba todo el tiempo escribiendo sin descansar."
Dos semanas después el zorro da por terminada su primera novela, más de novecientas páginas. Está deseando comérsela cuanto antes, pero el señor López tiene otros planes...


Y así resulta que por su gran contribución al mundo de la literatura, el zorro no tiene que cumplir toda su condena, se hace millonario y nunca más tiene que pasar hambre, porque sus propios libros son los que más sabrosos le resultan.

Por supuesto, el final del cuento es bastante facilón e irreal. No es tan fácil montarse una editorial de la noche a la mañana, ni que el cine decida rodar una película sobre tu primera novela. Pero al fin y al cabo estamos hablando de un cuento para niños, que enseña a perseguir tus sueños y a que en el fondo, nada es imposible. Y eso sí que es algo que cualquier escritor en ciernes tiene que creer, porque si no, nadie se molestaría en escribir.

¿Qué opináis vosotros? ¿Conociáis esta historia? ¿Os ha gustado? Espero vuestros comentarios.

Con hoy me despido con un beso para todos. ¡Hasta pronto!

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