La voz del árbol de Vicente Muñoz Puelles

"Cuando lees te vas transformando alternativamente en un perro, en un niño o un anciano. En pocas horas, o en unos días, vives todas las vidas posibles, y algunas más. Y de esa manera te vuelves más sabio. " 

La voz del árbol es la historia de Virginia, una escritora que rememora su infancia en una visita a la casa familiar.
La familia es uno de los temas importantes de esta novela, porque la relación de la protagonista con sus padres y hermanos enseñan a la niña todo lo que necesita para ser una adulta equilibrada y feliz.

Los paseos cotidianos con su padre eran para la Virginia niña momentos mágicos, y para la adulta la mayor fuente de inspiración. Porque su padre fue quien le enseñó a pensar, sentir y contemplar el mundo con ojos de escritor. Por su parte, su madre aportó el sentido práctico y el elemento exótico para sus historias, contándole recuerdos de su propia infancia en Rusia. Y sus hermanos, tan diferentes de ella, le obligaron a reflexionar, a adaptarse y ser flexible. Porque esta novela no duda en contar también episodios tristes, ni momentos de desilusión o enfado.

La naturaleza es el otro ingrediente fundamental de la historia. Virginia creció rodeada de animales,  tanto en el jardín, como dentro de la casa. La rana Renée, el cuervo Grip y sobre todo la perra Laika eran un miembro más de su familia. Y muchas de las anécdotas que recuerda tienen a algún animal como protagonista, como el momento en que descubrió que su padre podía mentirle y dejó de confiar plenamente en él.

Pero sin duda el tema fundamental de esta novela es la Literatura, abordado desde distintos aspectos.
El padre, escritor de profesión, comenta lo difícil que es mantener a una familia sólo con lo que gana por los derechos de autor, incluso cuando empieza a tener fama. Se habla también de cómo evoluciona su obra, que pasa de la novela a los cuentos para niños, del proceso de la escritura, de dónde saca la inspiración....Pueden parecer temas aburridos para un niño, pero en realidad son sólo breves frases intercaladas en el relato, escritas de forma que cualquier niño puede entender. Además, yo creo que precisamente los niños son los más interesados en dar rienda suelta a su imaginación, muchos niños inventan cuentos o canciones, ¿por qué no va a interesarles escribir un relato, o saber cómo piensan los escritores que escriben los cuentos que ellos leen? Es una forma de acercarles a los adultos, esos seres extraños que muchas veces no comprenden. Y de hacerles ver que los adultos también fuimos niños.

Un día, Virginia descubre, en un prado cercano a su casa, una casita de árbol donde hay un ejemplar de Orlando, la novela de Virginia Woolf, y desde ese momento pasa todos sus ratos libres en la cabaña, leyendo fascinada. Y me parece preciosa la forma en que describe lo que sintió y pensó con esta lectura:

"A ratos pensaba que Orlando era como yo, alguien ante quien se abría un horizonte de infinitas posibilidades. ¿Qué quería hacer, dónde iría, cómo acabaría siendo mi vida?....Así pues, decidí ser escritora,  Eso haría que mi vida fuese interesante, como papá deseaba, porque la vida de un escritor siempre lo es, haga lo que haga. Y también, posiblemente, sería feliz, como mamá quería, porque uno siempre lo es cuando hace lo que le gusta. "

Virgina es una lectora convencida, pero sus hermanos prefieren el ordenador. Su padre está desesperado e intenta inculcarles su amor por los libros, mientras que la madre los defiende y le pide a su marido que entienda que no todo el mundo es igual. Es precisamente la cabaña del árbol la que resuelve el problema.

Porque los hermanos están intrigados y quieren saber qué hace Virginia tantas horas allí sola. Así que ella empieza a leerles fragmentos de los libros que misteriosamente siguen apareciendo en su árbol: Robinson Crusoe, Sandokán, El libro de la selva,todos los hermanos encuentran a algún personaje que les fascina, alguna historia que les atrapa. Y así pasan el verano, prácticamente viviendo en el árbol, libro tras libro. Virginia lo recuerda así:

"Durante la lectura, cada uno se había fijado en detalles distintos, y nuestros recuerdos no coincidían. Lejos de distanciarnos, esas diferencias nos acercaban. Nunca habíamos hablado tanto entre nosotros. Era como si los libros nos ayudaran a conocernos mejor y nos obligaran a entendernos. Y era también como si, al acabar un libro, cada uno siguiera desarrollando el argumento por su cuenta. "

Pero todo lo bueno se termina. Una noche de tormenta, los rayos destruyen el árbol, que se derrumba. Se acaba el verano, se acaban las lecturas conjuntas, la vida sigue y los niños se hacen mayores. Cada uno toma su propio camino, y la familia poco a poco se va separando. Sin embargo, ese verano mágico en el árbol ha dejado huella en todos ellos, y años después siguen unidos por esos recuerdos.

La voz del árbol es una historia preciosa, que consiguió emocionarme en algunos momentos, y que recomiendo para leer en familia, a partir de los ocho años. Si tenéis ocasión, no os la perdáis, estoy segura de que no os decepcionará.

¿Qué opináis vosotros?¿Conocéis esta historia?¿Os parece interesante? Espero vuestros comentarios.

Por hoy me despido, nos leemos de nuevo la próxima semana. Hasta entonces, espero que disfrutéis de la lectura.