Esta antología, publicada por la editorial Alfaguara en 2008, está pensada para lectores adolescentes y reúne algunos de los relatos más ingeniosos e inquietantes del autor.
Las historias que he encontrado en estas páginas no tienen nada en común; tratan sobre temas, personas e incluso ambientaciones muy diferentes entre sí. Lo que las une es, sobre todo, su voz irónica y la increíble capacidad que tenía Roald Dahl para crear finales imprevisibles.
Varios de estos cuentos son muy críticos con la sociedad.
El hombre del paraguas es una historia sencilla, que le podría pasar a cualquiera. Pero tiene un pequeño misterio que atrapa al lector y un embaucador muy ingenioso con una técnica interesante.
La venganza es mía, S. A. habla de dos jóvenes que montan un negocio aparentemente absurdo y, contra todo pronóstico, tienen mucho éxito. Me hizo reír a carcajadas, y estoy segura de que a los adolescentes de hoy en día les divertirá tanto como a mí.
El gran gramatizador automático me parece un texto excelente. Se trata de una sátira sobre el mundo editorial con un desenlace escalofriante, que me congeló de un golpe la sonrisa irónica con la que estaba leyéndolo.
La señora Bixby el el abrigo del coronel es un relato asombroso. No solo por el giro final, sino sobre todo porque la construcción de personajes juega con las simpatías y antipatías del lector. Todos los aficionados a la escritura deberían estudiarlo, este relato es técnicamente perfecto.
Roald Dahl sabía crear tensión y ambientes inquietantes.
En Hombre del sur vemos cómo diez minutos y una apuesta bastan para destrozar varias vidas. Su última frase es genial, porque un pequeño detalle que solo se menciona de pasada da sentido a toda la historia.
Uno de mis relatos favoritos es La patrona. Me impresiona cómo el autor parte de una atmósfera segura, que inspira confianza, y hace que el misterio vaya creciendo muy poco a poco. Además, me encanta su final.
Este libro también muestra la faceta menos conocida y más seria de Dahl.
El cuento titulado Katina, aunque incluye algunas pinceladas de humor negro, es muy duro y describe sin tapujos la realidad de la guerra. Sin embargo, está escrito con mucha sensibilidad. No solo asusta, choca e indigna, también conmueve. Cuanto más lo leo, más me apasiona.
Hablemos ahora de lo que no me ha gustado.
Placer de clérigo tiene una premisa muy prometedora, un protagonista carismático, una historia interesante y un estupendo giro final. Pero también incluye muchísimos datos técnicos sobre la fabricación y venta de muebles antiguos que no están bien integrados en la narración. Sinceramente, creo que le sobran páginas.
Algo parecido, aunque no tan exagerado, sucede con Jalea real. Sin embargo, este cuento es mucho más original y moderno; además, tiene un elemento misterioso que resulta muy atractivo. Por tanto, a pesar de sus defectos, lo pasé bien con su lectura.
En mi opinión el peor relato es Lady Turton: está lleno de clichés, es demasiado largo, no tiene nada original y el desenlace es totalmente insatisfactorio.
Resumiendo: esta antología contiene algunos cuentos excelentes, que recomiendo con entusiasmo. Sin embargo, no creo que se pueda decir que estos son los mejores relatos de Roald Dahl.
¿Qué opináis vosotros? ¿Habéis leído este libro? ¿Cuál es vuestro relato favorito de este autor? Espero vuestros comentarios.
Por hoy nos despedimos con un abrazo para todos. Nos leemos de nuevo la próxima semana, y hasta entonces, ¡disfrutad de la lectura!
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